Brut & Nature Band
Sección Off Festival del Jimmy Glass
Jesús Núnez, saxo alto
Kako Rubio, trombón
Ricardo Curto, piano
Dani Orts, piano
Santiago Peláez, guitarra
Chevi Martínez, contrabajo
Pancho Montañez, batería
Invitados:
Perico Sambeat, saxo alto y soprano
Xavi Maldonado, saxo tenor
Un grupo de amigos que, de cuando en cuando, se reúne para hacer música volvió a hacerlo anoche en el Jimmy Glass. Esta vez, con un motivo muy especial: la presentación oficial de su primer disco doble, Action/Reaction. Sobre este proyecto -y sobre esta formación de jazz progresivo dirigida por el contrabajista, productor musical, promotor y alma del Jimmy Glass, Chevi Martínez- no me extenderé demasiado, pues ya compartí mis impresiones en este otro artículo.
Sí quiero detenerme, sin embargo, en lo vivido durante el concierto de ayer. Se percibe claramente el rodaje adquirido por estos músicos durante la grabación del disco y sus posteriores actuaciones. Con un sonido sólido, improvisaciones largas y precisas y una complicidad palpable, demostraron un nivel de perfección y compenetración que solo otorgan los años de amistad y escenario compartido. Para este humilde aficionado, que los ha visto ya en cuatro o cinco ocasiones, puedo afirmar sin temor a equivocarme que fue la mejor actuación que les he presenciado. La presencia de Perico Sambeat, leyenda viva del jazz valenciano y del saxofón, junto al talento emergente de Xavi Maldonado, uno de los saxofonistas con mayor proyección en la escena nacional, aportó al evento elegancia, empaque y una energía inigualable.
Y hubo además un motivo de celebración que casi pasa desapercibido, pero que merece ser destacado: El Jimmy Glass cumplió esa misma noche treinta y cuatro años. Treinta y cuatro años de noches de jazz con mayúsculas, de buena gente, de alegría, de arte compartido. Pese a ser un local "demasiado underground" para los cánones actuales, el Jimmy es -y seguirá siendo- un lugar único e irrepetible. Por su escenario han pasado músicos legendarios, tantos que sería imposible enumerarlos todos. El ambiente que allí se respira está impregnado de historia, talento y pasión.
Detrás de todo ello hay muchísimo trabajo, esfuerzo, entusiasmo y dedicación por parte de su líder, Chevi Martínez. Gracias a él, a su familia, a su equipo y a todos los que, día tras día, nos acercamos por allí, el Jimmy Glass se ha convertido en una de las últimas trincheras donde refugiarse del ruido de este mundo, a veces tan triste, mediocre y vacío. Por todo eso, gracias, Chevi. Gracias por tu entrega, por tu constancia y por mantener viva la llama del jazz.
Te deseo, a ti, a los tuyos y al Jimmy, salud y muchos años más de buena música.
Y recordar aquello de buscar la belleza, siempre...
Pepico Jazz (c) 2025














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