viernes, 4 de julio de 2025

Avishai Cohen trio. 28 festival dse jazz de Valencia.

 



El contrabajo es un instrumento que, por definición, es imprescindible en la sección rítmica de un grupo musical. Es un trabajo, digamos, poco vistoso —como también lo es su sonido—, aunque, como todo, eso es discutible. Para ser un virtuoso del mismo y hacerse notar, hay que tener mucho talento…

La historia del jazz está llena de grandes contrabajistas: LaFaro, Mingus, Chambers, Carter… Y, a día de hoy, quizás el máximo exponente sea Avishai Cohen, quien nos ofreció un concierto digno de la expectación que había levantado.

Acompañado por dos jóvenes talentos, como Gus Moskovich al piano —que, con solo 20 añitos, demostró ser un conocedor de las enseñanzas de Jarrett—, y un baterista, Yal Stern,  que supo llevar el ritmo del concierto con la maestría de intérpretes mucho más maduros.

¿Y qué decir de Cohen? Pues que lo dio todo. Su contrabajo sonó con una belleza y una precisión cósmicas, y logró emocionarme hasta la lágrima cuando interpretó un tema folclórico de origen sefardí, cantado en ladino, titulado Morenika. Fue aún más conmovedor tras escuchar su pequeño discurso previo…

Un gran concierto, sin duda. Aquí os dejo unas fotos y me despido hasta otra ocasión… si me dejan.

Abrazos para los caballeros y besos castos para las Señoras.

(c) Pepico Jazz:










AVISO A NAVEGANTES....

 



Me viene de lujo. Vivo en un mundo que dejó de ser el mío hace mucho tiempo, y lo detesto con cada célula. No es novedad. Me arrastro por él como puedo, entre zancadillas, mediocridad y estupidez institucionalizada. Y sí, a veces toca plantar cara, dejar claro que uno no está dormido ni rendido. Y si de paso sacudo alguna conciencia, pues mira, doble victoria.

Me gusta la música. Junto con los libros y la fotografía, ha sido mi salvavidas, mi copiloto fiel en esta autopista de mierda. Y alguna vez, también algún coche viejo que sigue resistiendo más que muchas personas.

Últimamente, por razones que no vienen al caso, suelo ir a conciertos. Voy con mi humilde Olympus ST1 Stylus, si me dejan, o con mi iPhone de batalla, que siempre va conmigo. Y sí, mientras el show me atrapa (o no, porque hay cada tostón), me saco alguna foto. Como recuerdo. Discretamente. Sin flash, sin luces, sin ruidos. Sin molestar a nadie.

Pero últimamente, cuanto más caro es el artista o más “cool” el recinto, más normas absurdas. “Prohibido grabar. Prohibido hacer fotos.” Mira, no me jodas. Esa prohibición me la paso por el forro, con todo el gusto del mundo. Tengo 64 años, una mochila llena de mierda tramitada, y cero ganas de que nadie venga a tocarme los cojones. Salvo que lleves placa o galones, claro. Entonces hablamos.

El otro día, el señor Bunbury montó el drama porque alguien lo estaba grabando con el móvil. Pues mira, querido artista sensible: sin nosotros, los que pagamos tus entradas carísimas, los que aún te compran discos, los que llenamos tus bolos... tú no eres nada. Sin ese público que sostienes con desdén y desprecio, te caes con todo el tenderete.

Y lo peor es que después de la pandemia, cuando muchos se quedaron en casa, fuimos nosotros —el pueblo llano— los que volvimos a llenar salas y devolveros el ego. Pero claro, de eso ya nadie se acuerda, ¿verdad?

Así que aviso para navegantes: como esta tendencia a prohibir y restringir siga creciendo —que seguirá, porque la sociedad va cuesta abajo sin frenos—, yo me bajo del carro. No pienso seguir pagando para que encima me traten como a un sospechoso por querer un simple recuerdo. Si no puedo hacer una foto sin molestar, no vuelvo.

Con mi dignidad no juega ni Dios. Y aunque este mundo de cartón ya no entienda de principios, yo duermo bien sabiendo que no me arrodillo.

miércoles, 2 de julio de 2025

Aaron Parks Littel big Quartet European Tour 2025

 


Hay conciertos que se graban en la mente y en el alma para siempre... Stones '82 (Madrid), Maria Neckam, Nicole Henry, Victor Jones, Sedajazz Big Band (30º aniversario), Kamasi Washington, Bebo Valdés... y, sin duda, el de anoche en el Jimmy Glass, a cargo del pianista estadounidense nacido en Seattle, Aaron Parks, junto a su cuarteto.

El grupo lo completan el guitarrista de talento sideral Greg Tuohey, y una formidable sección rítmica a cargo de Morgan Guerin (bajo eléctrico) y Jongkuk Kim (percusión). Ofrecieron un jazz moderno, muy avanzado, con matices de funk, pop e incluso country. Diría que, en algunos momentos, tocaron piezas que podrían pertenecer a esos géneros, pero siempre impregnadas de la estética, el lenguaje y la distinción propios del jazz. Para quien suscribe, esta fusión marca el camino de evolución de la música más bella.

Interpretaron temas de sus últimos trabajos dentro de la serie Little Big, e incluso nos adelantaron piezas del que será su nuevo disco, actualmente en proceso de grabación: Little Big IV.

Cabe destacar el trabajo de Greg Tuohey en temas como "Sparks" o "Willamina", así como los solos de Parks en composiciones como "Flyways" o la mágica, maravillosa y embriagadora "Small Planet".

Aaron Parks y su grupo nos cautivaron desde la primera nota, sumergiéndonos en su particular y fascinante universo sonoro.

En definitiva, un concierto para recordar durante mucho tiempo en esta calurosa noche de julio.

Os dejo unas fotos del concierto y a modo de recordatorio una oipinión acerca del ultimo trabajo de Parks,Little big 3

Besos castos para las Señoras y abrazos para los caballeros. Hasta otra, si nos dejan..

Copyraight Pepico Jazz 2025













jueves, 26 de junio de 2025

Ximo Tebar & The Champs (28 Festival de Jazz de Valencia)

El incombustible guitarrista Ximo Tébar, acompañado por su grupo The Champs, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida al 28º Festival de Jazz de Valencia con un concierto vibrante y técnicamente impecable.

The Champs está integrado por músicos de primer nivel internacional: Pat Bianchi al órgano electrico, Donald Edwards en la batería, Nacho Mañó al bajo eléctrico y Will Mart al piano. A esta sólida formación se sumó el saxofonista valenciano Víctor Jiménez, una de las figuras con mayor proyección en la escena actual del jazz nacional.

Completaron el elenco la cantante y bailarina Lidia Reyes, así como Claudia y Leo Tébar, esta última también en funciones coreográficas, aportando un matiz escénico que enriqueció la experiencia del espectáculo.

El concierto ofreció un recorrido por distintos estilos —blues, jazz, fusión— estructurados en varias secciones que exploraron el extenso repertorio de Tébar. Entre los momentos más destacados brilló una versión enérgica y sofisticada de Take Five, seguida de una interpretación juguetona y magistral de The Pink Panther, que incluyó una improvisación colectiva entre Tébar, Mart y Jiménez digna de los grandes escenarios internacionales.

El clímax emocional llegó con el homenaje final al maestro Lou Bennett, mentor de Tébar, en una pieza sentida en la que el público, a modo de coro, con Tebar de director, rindió tributo a uno de los grandes nombres del jazz.

Una velada redonda, con una organización impecable, un público entregado y un entorno —más allá del calor veraniego— que acompañó a la perfección una noche memorable para el jazz en Valencia.

Aqui os dejo unas fotos de algunos momentos del concierto:

(C) Pepico Jazz:











Hasta otra si nos dejan...

Besos castos a las Señoras y abrazos fuertes a los caballeros.


 

viernes, 6 de junio de 2025

Notas de audición Action - Reaction...o un par de noches mágicas en el Jimmy....

 





Esta grabación no es simplemente un disco: es una crónica sonora, una especie de diario improvisado que recoge lo sucedido en dos sesiones registradas el 24 de noviembre de 2024 y el 13 de marzo de 2025 en el emblemático Jimmy Glass Jazz Bar de Valencia. Más que un club, Jimmy Glass se ha convertido en una referencia ineludible del jazz europeo: un auténtico epicentro cultural que vibra con la improvisación, el riesgo y la libertad creativa.

Detrás de este proyecto está Chevi Martínez, alma máter del local y figura imprescindible del ecosistema jazzístico valenciano. Músico, productor y dinamizador incansable, Chevi retoma aquí su faceta como compositor y líder de un grupo de jazz progresivo formado por algunos de los intérpretes más destacados de la Comunidad Valenciana. Aunque el término "jazz progresivo" suele asociarse a músicas complejas, densas o incluso intelectuales, en este caso el resultado es sorprendentemente fresco, vibrante y cargado de una complicidad casi lúdica.

Uno de los primeros impactos lo provoca el diseño visual: una portada minimalista y unas ilustraciones interiores creadas por el propio Chevi. Lejos de ser un adorno accesorio, estos elementos refuerzan la cohesión conceptual del proyecto, donde lo sonoro y lo visual dialogan con coherencia y sensibilidad estética.

El repertorio está compuesto en su mayoría por temas originales de Chevi Martínez, salvo dos excepciones especialmente significativas: Thrill, de la saxofonista y activista Matana Roberts, y Doctor Yesterday, del influyente contrabajista William Parker. La inclusión de estas obras no es casual: establece un puente directo con la vertiente más libre, experimental y comprometida del jazz contemporáneo.

Más allá de la ejecución técnica, esta grabación busca capturar un momento, una atmósfera, un estado de ánimo colectivo. No pretende ofrecer una versión “perfecta”, sino documentar una experiencia real, con toda la carga de espontaneidad e imperfección que eso implica. Y ahí radica precisamente su mayor virtud: en esa autenticidad que convierte cada tema en una declaración de principios. Es jazz vivo, sin filtros ni artificios, que emociona porque se entrega sin reservas.

Como ocurre con cualquier obra artística, la valoración siempre tiene un componente subjetivo. En mi caso, los temas que más me han impresionado —aunque el disco no tiene desperdicio en absoluto— son Wofaganga, Thrill y Action–Reaction. Cada uno aporta una identidad distinta y complementaria, mostrando la versatilidad del grupo y la solidez de su propuesta.

Además, la participación como artistas invitados de dos pilares del jazz valenciano (y me atrevería a decir, del jazz mundial) como Perico Sambeat y Javier Vercher, no solo prestigia aún más la grabación, sino que potencia el trabajo del resto del grupo con una elegancia sobria y sin alardes. Mención especial merece Vercher, que no solo participa como intérprete, sino que asume también la labor de grabación bajo el pseudónimo Yogi Hansa, aportando un sonido cálido, natural y profundamente humano.

En definitiva, este disco es una contribución valiosa al panorama jazzístico nacional. Más que una colección de temas, es un testimonio sincero de lo que ocurre cuando convergen talento, libertad y un entorno fértil para la creación. Jimmy Glass no es solo el escenario de esta grabación: es parte de su sonido, de su alma.


Os dejo unas fotos cronica grafica de lo acontecido los días de la grabación de este trabajo:

 













Abrazos para los caballeros y besos castos para las señoras...

domingo, 25 de mayo de 2025

Notas de audición: Esbörn Svensson trio Live in London

 






A lo largo de la década de 1990, emergió con fuerza una corriente jazzística originada en los países escandinavos —incluyendo, en un sentido amplio, a Islandia y Dinamarca— que rápidamente se consolidó como una de las voces más singulares del jazz contemporáneo. Su sonido, marcado por estéticas frías, melancólicas y sobrias, reflejaba la identidad sonora de aquellas geografías del norte europeo.

Esta nueva escena bebía tanto de la música clásica contemporánea —con influencias de compositores como Claude Debussy, Erik Satie o Jean Sibelius— como del folclore y las tradiciones locales. Su proyección internacional fue impulsada por sellos como ECM y ACT, que supieron canalizar ese espíritu introspectivo hacia audiencias globales.

Entre los nombres fundamentales de esta corriente destacan Jan Garbarek, Tord Gustavsen, Bugge Wesseltoft y, por supuesto, el Esbjörn Svensson Trio (E.S.T.), formación clave para entender la evolución del jazz europeo en las últimas décadas.

Liderado por el pianista Esbjörn Svensson, e integrado además por Dan Berglund (contrabajo) y Magnus Öström (batería), E.S.T. se caracterizó por su apertura estilística y su afán por romper con los moldes tradicionales del género. El trío solía definirse como “una banda de pop que tocaba jazz”, una frase provocadora que refleja su inclinación por explorar ritmos de funk, rock, electrónica e incluso toques flamencos, sin perder nunca el anclaje en la sensibilidad del jazz nórdico.

Uno de sus trabajos más aclamados, el disco doble Live in London, fue grabado el 20 de mayo de 2005 en el Barbican Centre de la capital británica. Sin embargo, no vería la luz hasta 2018, diez años después del fallecimiento de Svensson en un trágico accidente de buceo cerca de Estocolmo. La edición, a cargo del sello ACT, recibió elogios por parte de la crítica, que destacó su vibrante energía y su atmósfera envolvente, reflejada incluso en la portada de colores intensos.

El concierto arranca con tres piezas que condensan el carácter lírico y meditativo del trío. A medida que avanza el repertorio, temas como Viaticum o Mingle in the Mincing Machine incorporan una mayor carga rítmica y un dinamismo que revela el abanico estilístico del grupo. Es especialmente destacable el solo de bajo eléctrico de Berglund en este último tema, así como la elegancia pianística de Svensson, siempre al servicio de una expresividad contenida pero profunda.

Uno de los momentos más curiosos del álbum llega con When God Created the Coffee Break, que abre el segundo disco con un guiño melódico al flamenco en sus compases iniciales. No obstante, a lo largo de todo el concierto predomina el sello estético del trío: sobriedad, lirismo y una intensidad emocional que nunca recurre al exceso.

Live in London se encuentra disponible en formatos CD, vinilo y digital, y representa un testimonio imprescindible del legado de E.S.T., una formación que redefinió el jazz europeo con elegancia, riesgo y una inconfundible identidad sonora.


Os dejo un video de este extradonirio grupo de musicos.




Abrazos para los caballeros y besos castos para las Señoras...





martes, 25 de marzo de 2025

Kamasi Washington: El futuro es ya y el jazz no esta muerto...para nada.

 


La gira Fearless movement 2025 de Kamasi Washington llego a la sala Razzmatazz de Barcelona, tras su cancelación por enfermedad del artista en Octubre pasado. Kamasi Washington es uno de los jazzman actuales mas de vanguardia de la actualidad: su colosal obra The Epic y en menor medida su último trabajo "Endless movement" son buena prueba de ello. Rodeado de unos musicos soberbios, una producción orquestal muy elaborada y basandose siempre en las estructuras mas clasicas del jazz, pero con la utilización de nuevos instrumentos (lo que paradojicamente hace que la estructura músical se vuelva mas compleja...)muestra un camino logico en la evolución de la musica mas bella. 

 La puesta en escena es espectacular, mas propia de un concierto de rock que de un espectaculo jazzistico al uso. Cosa interesante dado aquello de que la pela es la pela y estas esteticas atraen a mas publico, incluido los mas jovenes. 

 Kamasi, en la escena se alza como el p...........amo. Por si mismo llena el escenario, no solo por su presencia sino por su personalidad:


El concierto repaso los temas mas conocidos de su trabajo The Epic y por supuesto de su ultima obra Fearless movement. Temas muy caracteristicos como Prologue, Ashley the one (dedicado a su hija) o el espectacular cierre del concierto "Street fighting man" (nada que ver con el mitico tema de los Stones...). Sonido potente, estructuras jazzisticas clasicas pero con unas armonias mas avanzadas que realmente son los que rompen con la estetica sonora mas clasica. 

Un  ejemplo: el pianista Cameron Graves ejecuta su solo mas a ritmo de rock que otra cosa, hace el puente y toma el relevo el bajista Miles Mosley que con su bajo electrico hace un largo solo en modo Jaco Pastorius, Bien, tras el preceptivo puente le pasa el relevo a el DJ Battlecat, que se marca una improvisación a ritmo de hip hop con scratch incluido. Concluido su momento retoma el liderazgo Kamasi con un solo de saxo largo e impresionante, con esquemas de improvisación mucho mas clasicos, arropado por toda la banda: y por compleja -rompedora que sea esta armonia, queda agradable, jazzistica y espectacular... y la sala Razzmatazz casi se cae de la ovación del publico.

 Esta evolución tendra sus amantes y sus detractores. pero no deja indiferente a nadie y dado que todo cambia, esta me da que ha sido la ultima gran evolución jazzistica,. pero para nada sera la última.

 Organización perfecta y mi mas sincera enhorabuena a los organizadores del 56 festival de jazz de Barcelona.

Anexo:

Publicaciones en mi blog, sobre Kamasi Washington:

The epic Kamasi Washington

Kamasi Washington : Feraless movement

Os dejo algunas fotos del concierto:











Agradezco que hallais llegado hasta aqui. Abrazos fuertes para los caballeros y besos castos para las Señoras.

Hasta mas ver...